
¿Cuándo llevar a tu hijo al hospital por bronquiolitis? Ojo a las pausas respiratorias

Según el jefe de Unidad de Urgencias Pediátricas del Hospital Materno-Infantil, Juan Luis Santos, se puede producir por la acumulación de muchos gérmenes, aunque el principal causante es el virus respiratorio sincitial, que este otoño está protagonizando una onda epidémica en Andalucía
La provincia de Granada ha registrado en las últimas dos semanas un total de 36 hospitalizaciones de niños y niñas diagnosticados de bronquiolitis, una infección respiratoria especialmente frecuente entre los menores de dos años. Por ahora, todos se encuentran en camas convencionales y ninguno en la UCI, según datos ofrecidos por la consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.
El jefe de Unidad de Urgencias Pediátricas del Hospital Materno-Infantil (Hospital Universitario Virgen de las Nieves), Juan Luis Santos, traslada la importancia de que padres y madres estén atentos a la respiración de sus hijos para evitar que la infección vaya a más. «Si los niños tienen que hacer pausas para poder respirar, es señal de que hay que pedir ayuda médica, hay que llevarlos al hospital», ha señalado el pediatra.
«Si los niños tienen que hacer pausas para poder respirar, es señal de que hay que pedir ayuda médica, hay que llevarlos al hospital»
Juan Luis Santos
Jefe de Unidad de Urgencias Pediátricas del Hospital Materno-Infantil
Especializado en Infectología e Inmunología Pediátrica, el doctor Santos ha explicado que la bronquiolitis es una enfermedad cuya afectación depende de la edad del niño. En niños más mayores, de tres a diez años, puede quedarse solo en un catarro, pero en los más pequeños, «en los menores de dos años y, sobre todo, en los menores de seis meses, lo más probable es que acabe en una bronquiolitis», ha apuntado.
Según el experto, esta infección respiratoria se puede producir por la acumulación de muchos gérmenes, aunque el principal causante es el virus respiratorio sincitial (VRS), que este otoño está protagonizando una onda epidémica en la provincia y en Andalucía. Cuando llega a las vías respiratorias más diminutas, que son los bronquiolos, estas se inflaman y se llenan de mucosidades, dificultando así la respiración de los niños.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al hospital?
Reconocer cuándo es el momento de llevar a los hijos al hospital no siempre es fácil para los padres. Por eso, el jefe de Urgencias Pediátricas del Virgen de las Nieves ha recopilado algunos de los síntomas clave que los progenitores deben tener en cuenta.
Además, ha subrayado que las manifestaciones están «directamente relacionadas con la madurez del árbol respiratorio». «Los pequeños tienen los bronquios más pequeños, por lo que se acumulan más secreciones y la vía aérea se inflama con mayor facilidad. De ahí que los síntomas en menores de dos años y en menores de seis meses sean más graves», ha afirmado el Dr. Santos.
Síntomas graves
Así, este pediatra ha insistido en la necesidad de una actuación rápida por parte de los padres cuanto más pequeño sea el niño y más intensos los síntomas, entre los que ha destacado los siguientes:
-Respiración con dificultad o agitada
-Marcación ostensible de las costillas al respirar
-Pausas respiratorias
-Cambios en la coloración (puede ser azulada)
-Estar excesivamente decaído o irritable en la relación con el entorno
-Dificultad en la succión y deglución
-Rechazar la alimentación
La realidad es que no hay ningún tratamiento curativo para estos síntomas, pero sí un «tratamiento de soporte». Cuando los síntomas son leves, el doctor Juan Luis Santos recomienda a los padres realizar lavados nasales a sus hijos con suero fisiológico e intentar frenar la fiebre con antitérmicos, como paracetamol.
«Cuando los síntomas son más graves, sin embargo, se requiere de soporte respiratorio. Entonces, hay que administrar la alimentación de forma fraccionada y aumentando el aporte de líquido», ha sugerido. En esta línea, ha recordado que los antitusígenos y los mucolíticos no son efectivos, y tampoco los antibióticos, salvo que sean recetados por algún motivo en concreto.
Mascarilla y vacunas
Según el doctor, la única manera de frenar esta onda epidémica es «tratar de mantener lo de estos años de atrás». «Hay que disminuir el contacto con potenciales enfermos, con personas con síntomas catarrales y respiratorios de cualquier tipo, y lavarse las manos a menudo», ha indicado.
Para él, la mascarilla sigue siendo necesaria para evitar el contagio no solo del coronavirus, sino también de otras infecciones respiratorias que pueden producir hospitalización, como la gripe. «Para eso sí tenemos vacunas y los niños de entre 6 y 59 meses se la pueden poner de forma gratuita en el centro de salud -ha afirmado-. Con mascarilla y vacunas no van a desaparecer los casos de bronquiolitis, pero sí que podemos contribuir a reducirlos».
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