El secretario general de la OTAN viaja por sorpresa a Kiev

Por el momento, se desconoce la agenda de encuentros que mantendrá Stoltenberg durante su visita a Kiev, que tiene lugar el día antes de que participe en la reunión del grupo Ramstein, la coalición de cincuenta países que apoyan militarmente a Ucrania.

En los primeros compases del conflicto, la OTAN descartó el envío de tropas y aviones de combate a Ucrania, ya que no es un socio de la alianza militar. Ha querido evitar, de este modo, un conflicto abierto con Rusia, aunque sí ha apoyado el envío de armas y equipamiento militar a Kiev. También ha reforzado sus defensas en el este de Europa y ha aumentado hasta los 300.000 sus efectivos de respuesta rápida. «Nuestra intención no es provocar un conflicto, sino prevenirlo», apuntó Stoltenberg en marzo del año pasado. Con todo, fue claro de que cualquier ataque Ruso a un aliado tendrá una respuesta proporcional: «La OTAN defenderá cada palmo del territorio aliado ante cualquier agresión».

En paralelo, el grupo de Ramstein ha coordinado el envío de tanques para apoyar al ejército ucraniano y esperan que «marquen la diferencia» en el campo de batalla. A los vehículos blindados Marder alemanes se suman también los Bradley estadounidenses y los modelos Leopard. España, entre otros, se ha comprometido a entregar a Kiev seis carros de combate Leopard 2A4 antes de final de mes.

La OTAN también trabaja para impulsar la producción de armas y municiones. Y es que la entrega de equipamiento militar a Ucrania ha mermado sustancialmente los arsenales de los aliados. Los países europeos trabajan, además, para aumentar la fabricación de proyectiles de artillería de 155 milímetros, muy demandados por el ejército ucraniano.