Peña Escrita: el Angliru del Sur está en Granada

El Angliru

Se dio a conocer internacionalmente en 1999, cuando la Vuelta Ciclista a España introdujo un final de etapa en este puerto asturiano de la Sierra del Aramo. Su dureza, con porcentajes de desnivel hasta el 23,5% en alguna de sus rampas finales, le colocó como uno de los referentes históricos del ciclismo. Se suben 18,4 kilómetros hasta alcanzar los 1.570 metros de altitud. La pendiente media es del 7,73%.

Peña Escrita

La carretera se construyó para dar acceso al Parque de la Naturaleza (hoy ya cerrado), nunca ha protagonizado una prueba ciclista profesional, pero sí amateur, la llamada Subida a Peña Escrita que organizaba el Club Ciclista de Almuñécar. Sin embargo, sí se ha convertido en un reto para aficionados a la bicicleta que han sabido de su existencia. Sus rampas entre fincas de cultivos subtropicales han traspasado incluso los límites de la provincia de Granada y su cima, ubicada a 1.190 metros de altitud, es cada vez más conocida en el mundillo.

Por dureza, es muy similar al Angliru, aunque diferente. Incluso algunos de sus ‘muros’ superan en porcentaje a los del ‘infierno asturiano’, con picos de hasta un 27%, según datos de la web especializada ‘Altimetrias.com’, que concede un coeficiente de dificultad de 528 al Angliru y 462 a Peña Escrita. Si es una ascensión más severa es complicado de saber, pero, sin duda, está a la altura de su ‘primo’ del Norte’, al que sí supera en pendiente media con un 8,27%.

IDEAL ha consultado a ciclistas aficionados con bagaje en sus piernas que han ascendido ambas cimas y alguno reconoce que Peña Escrita se le hizo igual de duro. José Antonio Rodrigo, almuñequero, conoce ambas cumbres. «Peña Escrita no la he subido en bicicleta de carretera, sino en MTB. Y se me hizo muy duro, durísimo, un infierno. Si tienes en cuenta que los desarrollos de una MTB son distintos, con platos más pequeños, hacerlo en bicicleta de carretera es más duro aún», señala.

Lo dice alguien que ha subido el Angliru y otros puertos míticos de España y de Francia. «Para el Angliru llevé unos desarrollos especiales, los que recomiendan. Supongo que si intentara subir a Peña Escrita con la de carretera, tendría que hacer algo parecido», añade.

Salida desde Almuñécar

Por lo tanto, la ruta que recomendamos no es apta para todo el mundo si se hace sin ayuda tecnológica. Su dificultad es alta. Hablamos del Angliru andaluz, como se le empieza a conocer. De ahí que hayamos optado por hacer una ‘mini etapa’ de apenas 28 kilómetros, con salida y llegada desde la propia localidad de Almuñécar. Se suprimen los tres últimos kilómetros, que se desarrollan en el interior del parque y que, curiosamente, contienen las rampas más duras, lo que es un alivio. Pero actualmente no se puede acceder.

El punto de inicio elegido es la Carrera de la Concepción, junto al tramo urbano del acueducto romano de la ciudad sexitana. Desde ahí habrá que dirigirse hacia el barrio de San Sebastián, en dirección norte, para tomar la carretera A-4050 (o Carretera del Suspiro del Moro) en dirección Jete-Otívar. Tras una ligera ascensión hasta la Ermita de San Sebastián, la carretera se volverá llana durante los siguientes tres kilómetros hasta llegar al desvío hacia Peña Escrita.

Peña Escrita

1.200 m

13,9 km

1.150 m

8,27%

462

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

1.572 m

12,4 km

1.266 m

10,21%

514

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

Peña Escrita

1.200 m

13,9 km

1.150 m

8,27%

462

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

1.572 m

12,4 km

1.266 m

10,21%

514

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

Peña Escrita

1.200 m

13,9 km

1.150 m

8,27%

462

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

1.572 m

12,4 km

1.266 m

10,21%

514

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

Peña Escrita

1.200 m

13,9 km

1.150 m

8,27%

462

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

1.572 m

12,4 km

1.266 m

10,21%

514

Altitud:

Distancia:

Desnivel:

Pendiente media:

Coeficiente:

A la derecha queda el valle de Río Verde, un manto verde de chirimoyos y aguacates con el que deleitarse mientras se calientan las piernas para afrontar la gran ascensión. Al pasar a la altura del Mesón Bar Piedra quedarán 200 metros hasta el desvío para el Camino de Río Seco Alto, el inicio de la subida a Peña Escrita.

Inicio de la ascensión

En este punto habrá que cruzar la calzada hacia la izquierda para darse de bruces con las primeras rampas. De hecho, tras apenas 50 metros aparece el primer muro, un pequeño sacacorchos de tres curvas y unos 100 metros con un 20% de desnivel. Empieza duro. Y es que el primer kilómetro ya acumula un promedio del 7,3%, con algún pico de hasta el 14% en sus últimos metros.

La carretera se suaviza al iniciar el segundo kilómetro y un ligero descenso, justo al ver el letrero de ‘9 kms. a Peña Escrita’, permitirá descansar las piernas tras ese primer esfuerzo tan repentino. Son 300 metros al final de los cuales hay que estar atento porque hay una bifurcación. Ahí se girará a la derecha, en busca del viaducto de la A-7, justo cuando la calzada se empina otra vez. Al coronar debajo del viaducto, otro ligero descenso.

Así continuará el recorrido en el próximo kilómetro, con un ‘sube y baja’, hasta llegar a otra bifurcación, a la altura de Los Martínez. Está indicado pero un pequeño bar nos puede servir de guía para saber que hay que tomar la carretera de la izquierda y descender para iniciar una de las partes más duras de la ascensión. Tras 6 kilómetros desde la salida desde Almuñécar, llega la verdadera subida a Peña Escrita, el ‘infierno del Sur’, que arranca cruzando el puente sobre el río Seco, del que nos despedimos aquí.

Las ruedas están pisando ya el llamado Camino Cuesta de Cordobilla (o Vereda de Cordobilla). Ojo al ‘sacacorchos’ que se viene tras pasar el cortijo que queda a la derecha. Son ocho curvas continuas, muy cerradas las cinco primeras, sobre una rampa que se mueve del 19% al 20%. Son 300 metros sin descanso, hasta pasar el Cortijo del Pino, que dejan atrás el ‘sacacorchos’ pero no la dureza del piso, un asfalto duro, de los que ‘frenan’ las ruedas.

Sin respiro

Pero es que la pendiente no da tregua. Durante dos kilómetros el promedio de desnivel será del 13% con muros del 20, 21 y hasta el 22% entre plantas de aguacates y mangos que al menos refrescan la vista. Estas ‘paredes’ nos trasladan desde los 120 metros de altitud hasta los 400 metros, donde el promedio del porcentaje disminuye poco a poco hasta el 7% y va suavizándose hasta el 5,5% del sexto kilómetro de ascensión (desde el desvío en Torrecuevas), con alguna curva de ‘herradura’ incluida en el trayecto que dificulta aún más el proceso.

A mitad de camino, entre el sexto y el séptimo kilómetro, aparece otra rampa del 17%. Este sería el punto intermedio de la ascensión si se pudiera hacer completa, hasta el corazón del parque. Sin esos tres kilómetros finales, la barrera del portón de Peña Escrita, donde acaba el camino actualmente, será la meta.

La carretera sigue su elevación, algo más suave a la altura del Cortijo de Cantalobos para no dar apenas respiro de nuevo hasta Ventorro de la Estaca, donde veremos un cartel de 5,5 kilómetros hasta Peña Escrita. En ese punto, a la izquierda, se inicia una ruta senderista del Antiguo Camino de Guerra, que lleva hasta La Herradura.

La carretera se tiende hasta el Cortijo Miranda para coronar sobre una cresetería que despeja la vista a ambos lados de la carretera. Las vistas aquí son maravillosas y el tramo, de unos 300 metros, permite descansar por primera vez las piernas después de cinco kilómetros, hasta llegar al Cortijo Barranco del Oso, donde la pendiente regresa aunque de forma ligera y con algún falso llano. Es medio kilómetro que desemboca en un tramo donde las cuestas, alguna del 16%, se alternan con breves y ligeros descensos y falsos llanos durante los siguiente dos kilómetros.

Todo vuelve a cambiar al llegar al cruce con el desvío hacia El Rescate, donde las indicaciones marcan dos kilómetros hasta el portón de Peña Escrita. Resta lo más duro. Son 2.000 metros con un promedio de entre 8 y 12% pero con muros que hacen casi imposible el pedaleo. Nada más dejar atrás el desvío aparece el peor, una pared del 27%, de las más duras de toda la ascensión, que permite coronar por encima de los 600 metros de altitud.

Los muros, al final

Ya en los metros finales, otros dos frontones, uno del 19% y el definitivo, del 26%, para arribar al portón de Peña Escrita, a 750 metros de altitud, donde se sitúa la meta actual por el cierre del parque. De ahí hasta arriba, donde antiguamente había una pista de despegue de parapentes, el Angliru del Sur depara 300 metros de desnivel en apenas tres kilómetros sobre una superficie de cemento, rampas del 27% y del 22% nada más atravesar el portón, un promedio del 16% que baja al 13,5% en el penúltimo kilómetro y que vuelve a subir hasta el 15% para cerrar la ascensión con mil metros finales donde cuatro muros del 24, 22, 21 y 23% rematan el ‘infierno’. A 1.180 metros se corona el alto sexitano.

Queda regresar, pero lo peor ya ha pasado. El retorno se puede hacer desandando el camino o bien tomando el desvío hacia El Rescate para bajar hasta La Herradura. Son 12 kilómetros de descenso por aquí. Ya en La Herradura hay que dirigirse a Almuñécar por la N-340, con un último ascenso al barranco de Cotobro para dejarse caer hasta el centro de la ciudad desde el Mirador. Esta opción añade unos 6 kilómetros a la ruta, con casi 2 de pendiente.

Así es la subida a Peña Escrita, un ascensión dura que nada tiene que envidiar a algunos de los puertos de montaña más duros y conocidos del panorama ciclista internacional. ¿Será algun día, como el Angliru, final de etapa de una Vuelta a España? Quién sabe. El espectáculo, al menos, estaría asegurado. Quizá es momento de que Almuñécar se lo proponga, más aún con un corredor como el sexitano Carlos Rodríguez despuntando en el pelotón.