Un Madrid a medio gas basta ante un Chelsea de mínimos
El Real Madrid puso pie y medio en semifinales de la Champions tras dar cuenta de un Chelsea acomplejado en el Santiago Bernabéu. Los goles de Benzema, en la primera parte, y de Asensio, en la segunda mitad, doblegaron a un adversario sin lanza ni escudo que solo emitió destellos de la jerarquía que se le presupone a todo un bicampeón de Europa en el tramo inicial, pero que se diluyó enseguida y acabó ofreciendo la misma imagen lastimosa que viene arrojando a lo largo de una temporada calamitosa para el club de Stamford Bridge, pese a que pudo recortar distancias en el descuento con un disparo de Mount que bloqueó Rüdiger.
Los ‘blues’, desnortados por tanto cambio en los despachos, en el banquillo y en el césped, perdonaron en el descorche de un choque que pilló destemplado al Real Madrid y fueron barridos cuando los blancos cogieron temperatura y activaron la caldera a partir de la alineación expansiva que dispuso Carlo Ancelotti, tan certero en la gestión como en la estrategia que articuló para una escuadra a la que le bastó jugar a medio gas pero de forma efectiva ante un adversario con servicios mínimos.
El italiano repitió el once que le remontó al Barça las semifinales de la Copa del Rey en el Camp Nou. Por su parte, Lampard recuperó la defensa con tres centrales y dos carrileros que empleaba Graham Potter, pero que no es el sistema predilecto del mayor ídolo de Stamford Bridge. La disposición de tropas auguraba una confrontación entre un Real Madrid ofensivo y un Chelsea conservador.
Real Madrid
Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Camavinga (Rüdiger, min. 71), Kroos (Tchouaméni, min. 84), Valverde, Modric (Caballos, min. 80), Rodrygo (Asensio, min. 71), Benzema y Vinicius.
2
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0
Chelsea
Kepa, James, Thiago Silva (Mount, min. 75), Fofana, Koulibaly (Cucurella, min. 54), Chilwell, Kanté (Gallagher, min. 75), Enzo Fernández, Kovacic, Sterling (Chalobah, min. 65) y Joao Félix (Havertz, min. 65).
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Goles:
1-0: min. 22, Benzema. 2-0: min. 74, Asensio. -
Árbitro:
François Letexier (Francia). Amonestó a Fofana, Camavinga, Militao, Carvajal y Kovacic. Expulsó por roja directa a Chilwell (min. 58). -
Incidencias:
Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores.
El plan de los visitantes pasaba por atascar a su contrincante y golpearle al contragolpe. Precisamente así llegó el primer aviso. Kanté condujo en la divisoria y habilitó a Joao Félix, que ganó el mano a mano a Militao pero se topó con un Courtois providencial. Desangelado de entrada, el Real Madrid respondió con aplomo y oficio. La pausa de Kroos y Modric ayudó a serenar el arreón del Chelsea. La pegada de Benzema calmó definitivamente las aguas.
El francés, que ya había amenazado antes del cuarto de hora, refrendó su condición de bestia negra de los conjuntos ingleses aprovechando un pase al espacio de Carvajal que apaciguó Vinicius con la punta de la bota para recoger el rechace de Kepa y sellar a placer su vigésima diana en los 27 partidos que ha disputado ante equipos de la Pérfida Albion, seis de ellos con el Chelsea como víctima.
La labor de cerrajero del ‘9’ blanco electrizó el duelo. Sterling tuvo una ocasión pintiparada para volver a nivelar el marcador, pero Courtois firmó otra intervención imperial. Pudo doblar la renta Vinicius de inmediato, mas Thiago Silva barrió sobre la línea. El intercambio de golpes se explicaba por la poca brida que tenían los dos bandos. El Chelsea acumulaba efectivos en la retaguardia, pero le faltaba contundencia. Al Real Madrid le exponía un exceso de suficiencia. La altura de sus laterales, ocupados en sellar a los carrileros de Lampard, planteaba un temerario reto a Militao y Alaba, alguaciles a la intemperie de Joao Félix y Sterling. Con todo, el ida y vuelta concedió más recreo al conjunto de Chamartín, punzante aunque perdonavidas al entreacto de un rival sin más sostén que Kepa.
Mandíbula de cristal
La mandíbula de cristal del Chelsea volvió a ponerse de manifiesto nada más reanudarse el litigio. Koulibaly tuvo que forzar la máquina más de la cuenta para contener la embestida de Rodrygo. El africano pagó el sobresfuerzo yéndose a la caseta antes de tiempo y Lampard remendó la zaga ubicando a Cucurella como central postizo. Para entonces a Modric se le había ido por centímetros un disparo combado que perseguía la escuadra a resultas de otra acción en la que la fe de Vinicius contrastó con un Chelsea ateo y sin costuras. Rodrygo aprovechó el desconcierto para agrandar el roto arrancándole una roja a Chilwell cuando irrumpía hacia el área.
Trató de paliar daños Lampard retirando a un Joao Félix de nuevo intrascendente en una cita de tronío y al también desacertado Sterling para rearmarse con cinco atrás y ubicar a Havertz como llanero solitario en la vanguardia. Buscó aumentar el botín Ancelotti alistando a Rüdiger por Camavinga, lo que provocó que Alaba se desplazase al costado izquierdo, y retirando a un activo Rodrygo para aumentar la potencia de fuego con Asensio.
El movimiento tuvo un efecto inmediato, porque el balear aprovechó una entrega de Vinicius para amartillar desde la frontal y rebasar a Kepa con un zurdazo seco y ajustadísimo al palo. Pudo sentenciar definitivamente el cruce Benzema en el descuento, pero el rechace de Kepa pilló con la guardia baja al francés, que no pudo ajustar de cabeza y ofreció una rendija al Chelsea. La cerró Rüdiger negándole un premio a Mount que hubiera resultado inmerecido. Con este Chelsea tan pobre, el Real Madrid tiene motivos para temer ninguna remontada.
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